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miércoles, 23 de abril de 2014

IRLANDA ; El país del trébol.


Abril, nueve grados a mi llegada al aeropuerto de Dublín. Un cielo encapotado y amenazante de lluvia me daba la bienvenida a el país del trébol.
Cogí el autobús hacia el centro, me acompañaban en él algunos padres de estudiantes Erasmus que venían a visitarlos.
Tras bajar en O'connel street, céntrica calle de Dublín dónde se encuentra el "Alfiler", una especie de monumento en forma de alfiler que nadie sabe con seguridad que representa y de los que los dublineses no se sienten muy orgullosos por su gran coste.

Me dirigí hacia Upper Gardiner street dónde tenía mi alojamiento, esta vez un Guest House. Mis anfitriones, una pareja de jubilados encantadores disponían de dos casitas con habitaciones, baños compartidos y desayunos servidos en las habitaciones por ellos mismos. Tras instalarme bajé hacía el centro. Anochecía y las luces de las casas iluminaban el Río Liffey con todo su esplendor, crucé el famoso Ha´penny Bridge.

Al otro lado se encuentra el barrio de El Temple, dicen que tomó el nombre por el famoso Pub que lleva su nombre. De obligada visita, el pub dispone de varias salas, un patio interior y música en vivo todas las noches. Tomé una pinta de Guinness y tras escuchar unos cuantos temas de música Celta me fuí en busca de algo para cenar..
Día siguiente, 8:00 de la mañana, O´connel St..café para llevar en mi mano..esperando que una furgoneta con un gran toro verde en su costado me pasase a buscar.
Un Español afincado en Dublín sería el encargado de enseñarme parte de Irlanda.
Hacía un frío agradable, enseguida llegó Antonio con su furgoneta. Nos saludamos e inmediatamente tomamos camino hacía Belfast, ciudad tristemente famosa por los conflictos, disturbios y enfrentamientos entre Católicos y Protestantes. También por el problema de la independencia de Irlanda del Norte.
En apenas una hora llegábamos a la ciudad. Una calma tensa rodea Belfast, los vehículos policiales son blindados, acostumbrados a desordenes públicos y ataques a la policía. Llegamos a la zona católica dónde todo parecía tranquilo, mas adelante en Falls Road, murales apoyaban a presos políticos o memoriales de figuras ya desaparecidas que habían luchado por la libertad en tiempos pasados. Curioso ver banderas Británicas aquí y allí apoyando la soberanía Británica.
Cruzamos al barrio protestante, se me congelaba la mirada ver iglesias totalmente calcinadas por las llamas y que aún hoy se pueden observar queriendo mostrar escenas de conflicto.



Llegamos a un Checkpoint, hoy ya sin vigilancia, un muro metálico de unos 15 metros de altura separaban los barrios, este destinado a evitar el lanzamiento de artefactos. Estábamos en Shankill Road, barrio Lealista. Hogar de familiares e integrantes del IRA, los murales con imagenes de miembros asesinados en el conficto conmemoraban sus muertes por la causa, las coronas y flores adornaban el lugar dónde viven sus propias familias.
De las casas salían y entraban sus residentes.

Nos miraban algo acostumbrados, pero yo no me sentía muy tranquilo, no me parecía que les pareciese muy bien que se convirtiese en un lugar de turisteo. Trás algunos cruces de miradas tensas decidimos marcharnos.
Antes de salir de Belfast nos dirigimos a los astilleros y muelles dónde se construyó el famoso Titanic, hacía una semana se había inaugurado el Museo dedicado al barco. Después de una hora y media ya en el Norte de Irlanda llegábamos a "Giants Carreway", el Parque Natural de La Calzada de los Gigantes. Acantilados, playas dónde se observan bloques exagonales de basalto, causa por la cual es zona volcánica. Unos de los lugares más bellos del mundo.


Interminables páramos aparecían ante nuestros ojos atravesadas por estrechos caminos dónde curiosamente cada cierta distancia se observaba una coloreada cabina de telefono en medio de la nada..
Tomé una buena sopa caliente en una antigua escuela de piedra convertida en Restaurante bien aislado del frio y con bonita decoración.
Al día siguiente quería visitar la Universidad, lugar emblemático y uno de los más bellos de la ciudad. De camino encontré la figura de una mujer empujando un carro, era Molly Mallone, situada en Grafton St, tendera de día y prostituta de noche..Se dice que murió de fiebres, vendía su pescado por la zona portuaria. Existe una canción popular dedicada a ella, la cual se convirtió en el himno no oficial de Irlanda y Dublin.
Llegué a Trinity College, la Universidad. En su interior, el silencio imbadía el lugar, es impresionante encontrandose en el centro de la ciudad. En el centro de la plaza principal, se encuentra una torre con una campana, una de las mil leyendas que cuenta esta Universidad dice que si un estudiante consigue trepar a ella y hacer sonar la campana, será inmediatamente nombrado Rector de la Universidad. Otra dice que si un estudiante osa a pasar por el interior de la torre, éste no volverá nunca a aprobar un examen. La biblioteca es una de la más antiguas y bellas del mundo.
Continué por Grafton St. calle mas comercial y animadas, actuaciones de música salpican la calle.
Al final de esta se encuentra St, Stephens Green Park, un parque muy bonito que se debe visitar, pero si de verdad queréis admirar un jardín bonito y romántico, ese es Merrion Square, no lejos de el primero y rodeado por los grandes Museos de Dublín.
Como no visité la Catedral más emblemática de Irlanda y una de las Catedrales más famosas del mundo. San Patricio, construido junto a un pozo en el que según dice la leyenda, San Patricio bautizaba a aquellos que se convertían al Cristianismo, la única Catedral de las islas con varias misas cantadas al día. 
Mi último día lo quería dedicar a uno de los Free tours que salen desde el Ayuntamiento, recorriendo durante dos horas, el castillo de Dublín, alrededores y muchos otros lugares, curiosidades como el comienzo del grupo musical U2 en las calles..
Después me dirigí a la famosa cárcel de Kilmainham, lugar dónde se rodó la famosa película de "En el nombre del padre"..muy recomendable.
La antiquísima Iglesia de St. Andrews, dónde se dice..la recorre el espectro de una dama de blanco todas las noches y que muchas personas aseguran haberla visto. Por último me dirigí hacia St James Gate..la fábrica de Guinness, mundialmente famosa y visitada por miles de personas todos los días. Previamenta había comprado los tickets online, unas máquinas me validaron y accedí..
El edificio constaba de 3 plantas, la primera era una gran tienda de Souvenir del producto, la segunda y tercera sobre la formación de la cerveza y arriba del todo se encontraba un bar-mirador de 360 grados, dónde se puede probar una pinta una vez canjeado el ticket o aprender a tirarla..A mi entender un poco decepcionante por el alto coste de la entrada para realmente lo que es el lugar...

 Mi conclusión:..Dicen que los Irlandeses tienen algunos mitos..Que no contestan, solo preguntan,..beben mucho, juerguistas, habladores, les encanta reír, bromear..después de estos días entre ellos debo decir que todas son ciertas....