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miércoles, 18 de octubre de 2017

Sufrido, odiado, maravillado...El encanto de VIETNAM Y CAMBOYA

Un pequeño sonido metálico tras la escotilla del avión significaba la escalerilla encajada en su lugar. Se abrió la puerta y una nube de vapor caliente y húmedo me golpeó la cara y empañó los cristales de mis gafas y de los autobuses que nos aguardaban en la pista. Dejamos atrás el enorme Airbus 380 Emirates de dos plantas estacionado en uno de los puntos más alejados de la terminal de tránsito del aeropuerto de Dubai. Principal eje de escala entre Europa, Asia y Oceanía.
Varias horas después continuamos viaje. Bien entrado el día llegamos a nuestra puerta de entrada en Vietnam, Hanoi.
Tras desembarcar tocaba el engorroso y lento trámite del visado, mientras nuestra única maleta facturada daba vueltas y vueltas en la cinta de equipajes.
Conseguí la pegatina en mi usado pasaporte y nos dirigimos hacia el control donde el policía de turno fruncía el ceño mientras pasaba las hojas de mi desencuadernado libreto de sellos. Finalmente lo estampó y salimos al exterior, un chico nos esperaba con nuestros nombres en un papel.
El vehículo se detuvo y alguien nos abrió la puerta, los jovencitos empleados del hotel recogieron nuestro equipaje, nos ofrecieron unos zumos y nos acompañaron a nuestra habitación. El aire acondicionado estaba tan fuerte que hacían que las ventanas chorrearan agua por la condensación.
Cambiamos algunos dólares en recepción, la moneda de Vietnam es el Dong.
1€= 25.000Dongs.
Salimos a la calle y la primera impresión del tráfico era que no podríamos ir donde quisiésemos si no donde el tráfico nos llevase. Las ciudades de Vietnam no están diseñadas para el peatón, todo el mundo circula en moto. Las aceras no se respetan y estan ocupadas por motos estacionadas de cualquier forma. Los pasos de peatones, si existen, no son respetados, tampoco los semáforos en los grandes cruces. Reina un caos perfecto y ordenado donde se pueden mezclar vehículos de cuatro direcciones distintas sin llegar a colisionar. Motocicletas ocupadas por familias enteras de hasta cuatro miembros incluidos bebés. Las bocinas incesantes marcan una falsa prioridad que no resta vulnerabilidad.


Nos alejamos en sentido opuesto a nuestro destino con la idea de encontrar un lugar accesible para cruzar la calle en dirección al lago Hoan Kiem, en el centro de la ciudad donde hoy 2 de Septiembre, se celebra el día de la independencia de Vietnam. Las calles estaban repletas de banderas rojas con la estrella amarilla.
Conseguimos cruzar y nos dirigimos al barrio antiguo. En el cada calle está dedicada al comercio de una profesión o actividad, la calle de la seda, de los inciensos, jardinerías, calzado, herramientas...


Oscurecía, el calor seguía intenso, una temperatura de 36° con altísima humedad que daba una sensación térmica superior a 45°.
Cada vez más motos iban ocupando gran parte de los aledaños del lago junto al mercado nocturno para celebrar su día de la independencia. El acumulo de gente accediendo al paseo que rodea el lago hacia formarse un verdadero tapón dónde nadie podía moverse.   Había que intentar evitar el famoso tatuaje vietnamita que no es otra cosa que las quemaduras de los tubos de escape en las piernas que casi todo el mundo en estas ciudades luce. Conseguimos salir, no sin antes pasar momentos de agobios y alguna risa tensa hacía el mercado.
Comimos nuestros primeros pinchos de una carne sospechosamente sabrosa, luego descubrimos que era rata..pero de campo bien alimentadas...


Familias enteras paseaban alrededor del lago dónde algunas actuaciones y comparsas chinas animaban al público con grandes dragones de vivos colores. También observaban las luces del puente rojo "Tė Huc" (puente dónde descansa el sol naciente) y que lleva al templo de Ngoc San. El islote de Thap Rua o torre de la tortuga situado en medio del lago. Lo rodeamos entre la multitud y retomamos la calle Hang Gai. Un puesto de comida en el cruce de calles también servía de improvisado taller de motos. Nos sentamos en unos minúsculos taburetes y elegimos unas piezas de carne, ranas y aves insertadas en pinchos de madera que rápidamente se fueron cocinando en unos hornillos que encendieron en nuestra mesa, la cerveza apenas duraba unos minutos fresca y hacia sudar a borbotones. El ruido constante de las decenas de motos que pasaban a nuestro lado hacían difícil la comunicación. La situación era un tanto grotesca.


El cansancio empezó hacer mella y decidimos visitar la piscina del hotel en su ultima planta. Estábamos fuera de su horario y no llevábamos bañador pero no importaba.. El color azul intenso que salia de su interior contrastaba en la oscuridad del cielo en la 9° planta, las vistas de la Old Town eran preciosas desde allí...

Amaneció un día despejado en contra de las predicciones que daban lluvia, el calor..de nuevo intenso. Nos dirigimos hacia uno de los templos mas importantes y valiosos de Vietnam, el templo de la literatura. Construido en 1070 en honor a Confucio, después se abrió a los mejores estudiantes literatos de la época. Dispone de cinco patios, pozos, jardines, pabellones..Estatuas de tortugas y grullas símbolos de la sabiduría y el conocimiento.




Continuamos hacia la pagoda de único pilar junto al mausoleo de Ho chi minh, datada en 1049 se trata de un curioso templo/pagoda enclavada en un estanque.
En cuanto al mausoleo, esta construido de tosco estilo soviético donde se encuentra el sarcófago de Ho chi minh.



Atravesamos el lago "Ho tay" ó lago de las nieblas y enseguida divisamos la pagoda para mí más bonita de la ciudad, la pagoda de 11 niveles o "Chua tran Quoc", la más antigua de la ciudad, cada altura narra la historia de este santuario rodeado de bonitos bonsais.


No lejos de ahí, frente al lago nos detuvimos en un pequeño local de comidas, nos acomodamos en una terraza de su piso superior frente al lago. Nos embargó una sensación de tranquilidad lejos del caos de la ciudad observando la vida cotidiana junto al lago, Ho truc bach, este distrito parecía funcionar a otro ritmo mas calmado que el resto de la ciudad, calles mas tenues y frescas por la densa vegetación y el silencio.  Las motos aquí son sustituidas por bicicletas transportando cualquier tipo de cosas, eramos observados desde las ventanas de viejas y oscuras casas por la humedad y los años


Ataviados con sus característicos "Non Là"..los famosos sombreros vietnamitas, podían verse realizando por toda la ciudad una tradición ancestral.. ofreciendo a sus antepasados las necesidades de estos, quemando en plena calle, dinero o regalos para mandarlos a los suyos..



Se sabe que cuando se viaja a estilo libre, todo puede darse, mil situaciones divertidas o no...en ese contexto, por la tarde tarde decidimos visitar a un amigo que conocimos por foros de viajeros, un catalán afincado en vietnam junto a su esposa vietnamita y varios socios con los que ha fundado una joven agencia de viajes. Allí que nos fuimos a conocerlos, charlar con ellos y ayudarles con una mudanza en sus nuevas oficinas.

Eran las 8.45 pasadas cuando llegó el minibús con una inpuntualidad normal en este país. Repleto de chinos, solo quedaban nuestros asientos libres y de otro chico de aspecto americano que falta por recoger en la puerta de su hotel. Tomamos dirección a la costa, tras varias horas y una breve parada en un almacén de ventas, secuestrados literalmente ( te siguen hasta la extenuación y no te dejan salir a la calle hasta la recogida de los minibuses)
Llegamos a los muelles donde media docena de Juncos, unas de las embarcaciones a vela mas antiguas que se conocen, esperaban a sus turistas.




Embarcamos..frente a nosotros, la Bahía de Halong, una extensión de agua de unos 1500km2 patrimonio de la humanidad y una de las que han sido las siete maravillas del mundo con mas de 775 islotes, rocas karsticas, algunas con grutas en su interior.  Escondidos de grandes rocas, se encontraba un muelle flotante improvisado para actividades acuáticas, unos kayaks estaban amontonados junto a sus palas desgastadas y no en muy buenas condiciones. Elegimos unas y salimos hacia una gruta que desembocaba en un pequeño lago interior con cielo abierto, las voces resonaban en eco aunque el silencio era absoluto, solo roto por algunas aves posándose en la densa vegetación de sus paredes. El agua color esmeralda en calma, algunas medusas no invitaban al baño. La soledad se rompió cuando comenzaron a acceder otros botes con grupos de otras excursiones, chocando unas con otras y formando un tapón a la entrada.  Conseguimos zafarnos no sin antes perder parte de un remo y nos alejamos.
El sol pegaba muy fuerte mientras volvíamos a los muelles flotantes donde nos esperaban ya en el Junco toda la tripulación a bordo mirándonos con caras de pocos amigos por la tardanza...Tras comer un gran y sabroso pescado sin identificar, desembarcamos de nuevo para visitar unas enormes grutas en el interior hueco de una montaña caliza que tardamos en recorrer. 




Me había llegado un correo retrasándonos el vuelo de Jetstar que debía de llevarnos a Ho Chi Minh (Saigón) de la mañana a la tarde, así que aprovechamos para visitar la antigua carcel "Hoa lo prison", dónde miles de combatientes en distintas guerras estuvieron recluidos. Los últimos soldados Estado Unidenses. Uno de los más conocidos John McCain, Capitán piloto naval, capturado tras ser derribado, actual senador por Arizona y candidato a la presidencia del país en las elecciones del 2008 en las que fué derrotado por Obama.

Esta vez sí, despegamos puntualmente con el A320 plateado de Jetstar, compañía Australiana. Ya había oscurecido cuando por la ventanilla podíamos observar el pequeño Sky Line ya iluminado de Saigón comandado por el emblemático Financial Tower, el rascacielos en forma de media luna más alto de la ciudad.
A la salida de la terminal de llegadas, acorde con el resto de la ciudad, miles de motos producían un ruido ensordecedor. Casi una hora tardamos en recorrer la escasa distancia entre el aeropuerto situado dentro del casco urbano y nuestro alojamiento..Observamos desde el taxi haciéndonos una idea de la ciudad, más grande, más caótica y menos agradable que Hanoi. Llegamos a nuestro alojamiento frente al canal Rach Ben Nqhe a pocos kilómetros de la desembocadura en el mar haciéndose notar cada noche la subida y bajada de las mareas.  Las calles que rodeaban al Hotel mostraban la realidad de la mayor parte de la ciudad. Vida en la calle, comiendo, aseandosen, cocinando en condiciones sanitarias lamentables, olores, suciedad en algunos puntos más el intenso calor y el caos podían ponerte al límite en algunos momentos.


Con el paso de los días nos dábamos cuenta de que ese contraste entre Hoteles, bancos, altos edificios de oficinas, cafeterías y restaurantes de moda Vs la humilde vida de la mayoría de los Vietnamitas hace un atractivo especial a Saigón. No muy lejos se encontraba "Pham Ngu Lao", la calle de los mochileros donde la vida nocturna atrae a los viajeros mas jóvenes, curiosamente la mayoría Americanos. Otros muchos de ellos, veteranos de guerra afincados aquí. Los sentimientos encontrados por las atrocidades vividas les hizo volver y poner su granito de arena a la economía del país.. y como es posible que los Vietnamitas hayan pasado página? Una de las posibles respuestas es el Budismo, religión mayoritaria del país que les enseña que con rencor no se puede vivir y perdonan aunque todavía hoy los efectos de Napalm, el agente tóxico del que se roció parte del País causan mal formaciones genéticas, ojo! por las dos partes que estuvieron expuestas. Todo reflejado en el museo de la guerra en "Vo Van Tan" Street, los primeros turistas en visitarlo curiosamente Estadounidenses..historia, armamentos, impresionantes fotografías. En su patio exterior se exponen algunos aviones, helicópteros y carros de combate americanos, recomendado.



Quien visita Ho Chi Minh, no se marcha sin visitar el mercado "Ben Than" en el centro de la ciudad. Paraíso para los amantes de las compras y/o del deporte, ropa y zapatillas de marca fabricadas en el País a muy buen precio. Otro sitio para comprar ropa deportiva y montaña de marcas conocidas a calidad algo más baja es en Russian Market, una tienda de varias plantas en el 328 de Vô Van Kiêt.
Además visitamos es Saigón, los exteriores del palacio de la reunificación, opera house, ayuntamiento, Catedral de Notre Dam y uno de los edificios más bonitos de la ciudad, el palacio de correos dónde la tradicion es comprar una bonita postal y mandarla a España.



Día 8 de Septiembre.
Estamos en recepción, son las 8'00 un miembro del hotel nos pasa una llamada, era nuestra guía, como no, el tráfico les iba a retrasar. Pocos minutos después entró por la puerta. Hablaba castellano aprendido en Cuba, una encantadora señora de unos 70 años. Atravesamos la ciudad y tomamos dirección a la provincia de Ben Tre, donde se encuentra el monasterio budista de Vinh Trang en el que se haya una pagoda del siglo XIX Por los pasillos paseaban susurrando oraciones un pequeño grupo de monjes novicios hacia los jardines ocupados de flores de loto. En el interior de las salas, un olor a madera e incienso daba un ambiente místico. En el exterior, unos impresionantes Budas de pie, sentado y un gran Buda reclinado abrasándose al sol.





Continuamos hacia 'My Tho', donde embarcamos en un pequeño bote a motor que es utilizado para transporte o pesca.
EL MEKONG; Un inmenso río de aguas turbias que atraviesa seis países, China, Birmania, Laos, Tailandia, Camboya y Vietnam. Octavo río mas largo del mundo con sus casi 5000km. Es ocupado en algunos tramos por casas flotantes orilladas a cada lado, multitud de familias viven de el y en el.



Cruzamos el río y visitamos algunas aldeas que se dedican a la producción de miel, frutas, crías de abejas y reptiles para fabricar con sus pieles, donde comimos y paseamos en pequeños cayucos por los distintos canales del Mekong rodeados de la más absoluta jungla.





A veces podía oírse golpes secos en el suelo producidos por cocos al caer, otras veces un extraño silencio. Solo el ruido del agua al paladear con el remo que relajaba. Desembocamos en el gran río y de nuevo embarcamos en el bote a motor.


Observamos en la lejanía una gran cortina de agua que se acercaba hacia nosotros y el bote arrancó con toda su potencia cruzando hacia el punto de partida, el motor rugía advirtiendo sus máximas revoluciones, la lluvia se acercaba a buen ritmo.
El sol desapareció y una brisa comenzó a balancear el bote y rompió a llover cuando ya llegábamos al muelle.
No dejó de llover en todo el camino de vuelta a Saigòn, interminables campos de arroz eran atravesados por las carreteras. Vietnam y Camboya son los mayores productores de arroz del mundo. Oscurecía y se seguíamos observando campesinos plantando a mano las matas de arroz en los inundados campos en los que curiosamente una tradición permite ser enterrados tras su fallecimiento para dar protección y asegurar las buenas cosechas. Pueden verse lapidas dispersas por muchos de los cultivos. 
De nuevo en Saigón, observaba desde el Skybar y la piscina de la planta 15 (no hay planta 13 por superstición). La frenética vida de la gran urbe en sus calles, los altos edificios de oficinas, las luces de los lujosos hoteles en contraste con la oscuridad de otros distritos mas humildes mientras me tomaba una copa..



justo debajo, una familia se ganaba la vida aparcando motos por las noches en un sucio solar donde durante el día lo empleaban como lugar de reciclaje de todo tipo de materiales sacados de grandes sacos de desechos. Vivían en una pequeña casa agrietada y oscurecida por la humedad. Cada noche sacaban una mesa, unos minúsculos taburetes y pasaban la noche en torno a un viejo televisor siempre con una sonrisa. No se imaginaban lo que les esperaba justo en 7 días..

Día 9 de septiembre, puntualmente y sin retrasos comenzamos a embarcar ordenadamente en el pequeño ATR 72 500, avión de hélices de la aerolínea Cambodia Angkor Air, muy cómodo y muy manejable para los despegues y aterrizajes ya que no necesitan grandes pistas.


Rellenamos unas tarjetas para la VISA y antecedentes sanitarios previos a la llegada, cruzabamos la frontera por aire hacia Camboya que también registra VISA a la entrada. Otra vez el engorroso tramite..
Poco después ya se apreciaban por las ventanillas, densos territorios de humedales y lagos, el avión comenzó a descender y parecía aterrizar en el agua, la vegetación comenzó a aparecer y tomamos pista. Esta vez los trámites eran más rápidos dada la mejor organización, aunque mi agente de control de pasaportes me retuvo más de los necesario mientras observaba en la distancia como un grupo de chinos se llevaba nuestra maleta de la cinta de equipajes. Ahí estaba yo intentando explicar que estaban llevándose mi maleta mientras el agente refunfuñaba por mi destrozado pasaporte..
Un tipo de tez morena y pelo negro nos esperaba en la puerta con aspecto simpático, nos cogió la maleta y lo seguimos hasta su Tuk Tuk, el transporte gratuito al hotel, enseguida comenzó a anochecer recorriendo una larga avenida de entrada a la ciudad alfombrada de arena rojiza poco iluminada. Existía una atmósfera mas relajada, una tranquilidad que nos gustó de inmediato. La vida parecía suceder más despacio, las hamacas colgaban por todas partes ocupadas o no, el caos y el estrés quedó en Vietnam.



Llegó el Tuk Tuk a nuestro alojamiento algo alejado del centro, un pequeño y precioso Hotel de planta y piso con pocas pero espaciosas habitaciones.  La luz era tenue, el silencio se mezclaba con los ruidos de la noche, grillos, ranas y una especie de pequeños lagartos de pared que emitían un sonido similar a un grito de niño.
Rodeados de cocoteros, plataneros y otras plantas silvestres. En un lado se disponía una casa de madera dónde se encontraba el restaurante y en la mitad una preciosa piscina rodeada de lujosas camas para tomar el sol y presidida por dos enormes cabezas de elefante. Un paraíso. Nos acomodamos y salimos a la terraza, el exterior del recinto era todo vegetación, no muy lejos sonaban unas campanitas de un monasterio budista...




Desayunabamos ante la férrea vigilancia de dos camareros del Hotel. Habíamos descansado muy bien esa noche aún con la oposición de los reclamos del lagarto tropical que se había colado en nuestra habitación.
Ya nos esperaba el conductor del Tuk Tuk sonriendonos desde la puerta.
Un poco de polémica; Habíamos contratado un guía oficial en castellano para visitar los templos de Angkor, son los guías que pueden acceder al interior de los templos. Al recinto pueden hacerlo también los conductores y vehículos. Con lo cual no veo la necesidad de contratar guía dada nuestra experiencia..(pero cada cual..). Los conductores de Tuk Tuk son tipos encantadores que conocen las ruinas tanto como los guías..
Montamos en el Tuk Tuk junto al guía que nos esperaba en recepción, de aspecto muy pasivo, arrancamos hacia la gran avenida del día anterior. Al final de la misma se encuentra el edificio dónde se consiguen las entradas de formato carné con foto. Para un día 37$, para 2-3 días 62$. Que revisan a cada entrada de los templos.



Visitamos los templos durante dos días, así que elegimos la segunda opción y primero marcharíamos a los más lejanos. El recinto tiene unos 200km2...En la ciudad sagrada existen templos budistas e induistas sumergidas en la jungla, 910 monumentos dónde antiguamente vivieron hasta 20.000 habitantes..Ta Keo, Preah Khan, terraza de los elefantes, terraza del rey leproso, Tha Prhom, Bayón, Angkor Thom, Angkor wat y otros muchos...lugares místicos de una gran belleza y de un valor incalculable por lo que representan, patrimonio de la humanidad y una de las 6 maravillas del mundo.











Por la noche pedimos a nuestro conductor que nos llevase al lugar dónde hiciesen los mejores masajes de Sien Reap. Como no lo conocía, tras 15 minutos callejeando bajo una tormenta eléctrica, llegamos a un SPA donde unas 25 chicas estaban sentadas en la entrada observandonos, esperando ser elegidas por la recepcionista que nos ofreció los distintos tipos de masajes durante una hora y un té al finalizar.
Para acabar nuestro homenaje, pedimos un buen restaurante para cenar y volvimos al Tuk Tuk, la brisa de la tormenta refrescaba algo el ambiente y los relámpagos iluminaban las oscuras calles de Siem Reap.
La zona más animada es Pub Street y calles adyacentes donde se encuentran la zona de mochileros, varios mercados nocturnos, bares y restaurantes repletos de turistas. Todo a buen precio..
Moneda: Riel 2€: 10.000 Rieles

       (Descansando entre las visitas a los templos)

Acabó nuestra estancia en Siem Reap, el que sería uno de nuestros lugares preferidos de nuestro viaje y de nuevo embarcamos en el pequeño avión de hélices. El siguiente destino Sihanoukville en la costa sur de Camboya.


El reto, bañarnos en las transparentes aguas de Kho Rong Samloem, dado que las previsiones eran lluvias y mala mar con lo que los ferrys no saldrían de puerto. Dudaba darle uso a nuestros equipos de snorkel y efectivamente a nuestra llegada llovía. Tomamos un taxi a la salida del minúsculo aeropuerto de Sihanouk, podían observarse el alcance de la lluvia, la carretera estaba casi totalmente inundada, barro y lodo cubría una pequeña aldea junto al aeropuerto.
Salimos a la carretera todavía en Shock por el aterrizaje casi a ciegas, las nubes habían dado nula visión de la pista hasta casi llegar a ella y las turbulencias habían sido brutales. El taxi nos dejó exactamente donde no era y tomamos un viejo y oxidado Tuk Tuk hacia nuestro alojamiento, unos bungalows en unas calas frente al mar del golfo de Tailandia que entonces estaba muy picado. Salimos de la carretera y tomamos una cuesta que puso a prueba al quemado motor de la moto, pero lo consiguió. Dí una propina al conductor por el esfuerzo y se fué contento. Los propietarios del alojamiento eran chinos, la verdad que las imágenes no correspondían mucho a la realidad. Aún así no le quitaba un ápice de encanto al lugar. Sumergido en la vegetación frente al mar.



De nuevo rompió a llover. El bungalow estaba cerrado con un simple candado, el interior, una humilde cabaña con un pequeño aseo, una cama con mosquitera, una roída mesita y un viejo televisor que apenas funcionaba. Lo mejor, las vistas desde el porche..Cada vez llovía más y mas convencidos de que no podríamos salir de allí.
Pero afortunadamente nos equibocamos y al atardecer desaparecieron las nubes y bajamos a la playa, todavía con mucho oleaje.
Paseamos por la población algo lúgubre y decepcionante por la dejadez de sus playas y ambiente de excesos nocturnos. Lugar de paso para los turistas hacia las paradisiacas islas donde se encuentran los mejores atardeceres de esta parte del mundo.


Al día siguiente nos sorprendió un sol radiante que ya calentaba a primera hora de la mañana, preparamos los equipos rápidamente y marchamos a los muelles. Embarcamos en una lancha rápida, 30 minutos costó recorrer los 25 Kilómetros que separan Sihanouk de la Isla de Kho Rong Samloem, de arena blanquísima y aguas transparentes dónde por la noche se activa placton luminoso en las orillas. Sencillamente expectacular para hacer snorkel. Una isla bastante virgen y tranquila respecto al turismo..un paraíso..





El vuelo directo de vuelta había sido cancelado y a cambio nos adjudicaron varias plazas en un vuelo con escala en Siemp Reap del que tuvimos que salir literalmente corriendo, pasar controles, recoger maleta y volver a embarcar en el MISMO avión, Sí, el mismo que continuó hacia Ho Chi Minh.


A la llegada, salimos hacia la parada de taxis, antes de llegar un supuesto taxista nos abordó ofreciéndo llevarnos a mitad de precio a lo que accedimos..ERROR!..
Comenzaron la cadena de situaciones extrañas, este individuo nos acompañó al parking hasta un vehículo con conductor, introdujeron nuestro equipaje en los asientos de los ocupantes y nos pidió el dinero con un tono desagradable que me irritó, a lo que reaccionó pasandonos a un segundo vehículo esta vez con dos individuos que daban bastante mala espina, aunque enseguida se dieron cuenta de que conocíamos la ciudad y nos llevaron a nuestro Hotel cobrando lo acordado.

Esa tarde decidimos subir a la piscina y relajarnos..Observabamos desde el agua, un partido de tenis que se jugaba en el ático del edificio de enfrente..
Atardecia, el cielo se entornaba de un color rojizo, las luces de los altos edificios comenzaron a iluminarsen...entonces vi un destello en el cielo detrás de mi, no era el único, en la otra punta de la ciudad también aparecían...era hipnotizante, me encantaba..el espectáculo estaba comenzando, aunque no imaginábamos lo que venía..


Nos cambiamos, cenamos y subimos al Skybar en la ultima planta, pedimos unas copas y nos sentamos al borde del abismo, desde allí podíamos observar la familia de los días anteriores que a esas horas ya aparcaban motos..el cielo a esas horas estaba completamente oscuro y comenzaba a encapotarse de nubes amenazantes, los lejanos destellos se habían convertido en intensos relámpagos, aunque aún reinaba la calma. El espectáculo era grandioso y estábamos disfrutándolo...Comenzó a gotear y bajamos a la habitación.
No pasó mucho tiempo cuando oímos un fuerte ruido como si el hotel colapsase sobre nosotros. Eran los truenos mas fuertes que había oído nunca, cada vez más cercanos y más fuertes. Comenzó a llover cada vez más y el viento azotaba el agua contra la ventana. Me acerqué corriendo a ella, las grises nubes habían bajado a nivel del suelo y no se veía absolutamente nada, solo se oían fuertes truenos y el agua golpear el cristal que empezó a mecerse de un modo extraño como si fuese a ser succionada desde su interior, entre las nubes se divisaban lo que parecían pequeños objetos volando que resultaron ser tejados de chapa, arboles, basura que el viento huracanado lanzaba como papelitos. Así aproximadamente durante 5 horas. Consulté en Internet y efectivamente habíamos sido el ojo de una tormenta tropical que ya se había convertido en el tifón Doksuri. Días después nos informamos de que había azotado parte de Vietnam, había varias víctimas y mas de ochenta mil evacuados. Habían cancelado todos los vuelos esa noche y seguían las alertas por nuevas tormentas, al día siguiente observé por la ventana, la familia arrojaba cubos de agua por la ventana, todo estaba cubierto de lodo. Pero ahí estaban, habian superado esa prueba de la naturaleza, limpiando y esperando las siguientes lluvias, dado que aquí las estaciones así lo indican, seis meses de estación seca y seis de lluvias.
Cada cierto tiempo revisaba el satélite en directo, los pronósticos del tiempo y los horarios actualizados de las salidas de vuelos para esa noche en la que ya comenzaba a formarse tormenta de nuevo.
Pedimos un taxi y marchamos al aeropuerto, todo estaba en orden allí. De modo que cambié los Rieles y Dongs en Dolares y facturamos..

Ahora, días después de nuestra vuelta, me parece más sencillo escribir mis sensaciones.  Vietnam, un país con un pasado bélico importante sumergido en una nueva economía empujada con grandes empresas americanas y un turismo en alza. Un país de tradiciones de gente abierta y agradable, ciudades caóticas y naturaleza salvaje..
En Camboya, se vive de otra forma, todo es mas tranquilo, la vida sucede más despacio, el turismo no esta tan explotado sin contar con el monumento de monumentos, la joya de la corona, la ciudad de Angkor, visitada por millones de personas todos los años..
En resumen, nos ha encantado, la hemos, sufrido y maravillado...
Nos encantó la ciudad de Hanoi, sufrimos el caos de Ho chi Minh, tormentas, el calor, la contaminación..nos ha maravillado Angkor, Siem Reap, las playas..su gente.
Un millón de sensaciones que al final son como no, positivos. Un viajazo que recordaremos y que hace poner el punto y seguido a Asia..con alguna que otra idea en mente..