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viernes, 14 de abril de 2017

FINLANDIA y sus lagos congelados.

Finlandia, prima hermana y última nación escandinava por visitar, famosa por su economía próspera y estado de bienestar social.
Bañada por aguas bálticas aún en descongelación.
Un frío abril nos daba la bienvenida a Helsinki, nos apeamos del tren de la línea circular que conecta la capital con el aeropuerto de Vanta. Nos sorprendió observar varios soldados con viejos uniformes marineros rusos, lucían lustrosos abrigos largos con grandes botones dorados, pantalones acampanados y sombreros de plato.. Cruzaban el bonito interior de la antigua estación de tren. El panel informativo señalaban las próximas salidas, entre ellas a San Petersburgo a unos 300 km de distancia.
En la calle un frío viento hacía bajar la sensación térmica a bajo cero aún con el sol presente al mediodía.
Nuestra llegada coincidía con la hora en la que un código de acceso a nuestro alojamiento se activaba y nos daba paso al mismo, la lavandería y la sauna del edificio existente en prácticamente todos las residencias de la ciudad.
Casi una religión que practican los finlandeses a diario. Tras hacer una compra en el supermercado de la esquina..(los precios no son mucho mayores a los de España)..salimos hacia la plaza del mercado bordeando el barrio de Kaisaniemi, zona de embajadas.

Observamos varias calles cortadas y fuertemente vigiladas por la policía, en un extremo un grupo de personas portaban banderas rojas difíciles de distinguir desde nuestra posición. Algunos fotógrafos apostados desde la lejanía apuntaban hacia un único sitio, el palacio presidencial.
Otros nos fotografiaban por seguridad hacia la gente que permanecíamos allí.
En ese momento apareció una comitiva de vehículos oficiales escoltados, era el Presidente de la República Popular China..un tal Xi Jinping en visita de Estado.
Nos dirigimos hacia un edificio de ladrillo rojo elevado sobre una pequeña colina. Uspensky, la catedral Ortodoxa de la época de dominio ruso. (Zar Alejandro II)
Desde ella se podían observar unas bonitas vistas de los muelles (Kanowa terminal) y la plaza del mercado.
Nos dirigimos hacia la plaza del Senado junto a la universidad, allí se encuentra la llamada "Catedral blanca". La catedral luterana de la ciudad flanqueada por grandes tramos de escaleras que terminan en la enorme plaza que en esos momentos era ocupada por los autobuses de militares que habían hecho honores en el acto oficial a puertas de palacio.
Atravesamos varias calles del centro repletas de comercios y nos dirigimos hacia "Esplanadi", céntrica avenida en el corazón de la ciudad tapizada con cuidados jardines muy animados en el verano por conciertos y otros eventos.
Observamos carteles colocados por toda la ciudad con cientos de fotos y gente joven que repartían por el centro folletos con su imagen propia en ellos, anunciando unas próxima elecciones municipales a la alcaldía.

Sonaban las 10.00 de la mañana en la plaza del mercado, mientras sacábamos en una máquina expendedora los billetes para el ferry que en ese mismo instante hacía su entrada en los muelles con su sonora bienvenida. Nuestro destino, la isla de Suomenlinna, en un pequeño archipiélago al sur de Helsinki.

Patrimonio de la humanidad, unión de varias islas en las que se formó una antigua fortaleza militar para la defensa contra Rusia. (No lo consiguieron)..
Hoy en día muy turístico, en ella se encuentra un pequeño destacamento militar y habitado por algunos vecinos Finlandeses.
El trayecto se hizo muy plácido,  el ferry se deslizaba por las tranquilas aguas entre diminutos islotes ocupados en algún caso por pequeñas casitas. Las gaviotas sobre volaban nuestras cabezas planeando entre las brisas de una punta a la otra del barco, mientras los pasajeros disfrutábamos del magnífico sol en la proa.
Recorrimos la isla entre restos de barro y la vegetación quemada y aplanada por la nieve aún presente en rincones sombríos. Algunas obras deslucían la isla y dificultaban las rutas existentes a los turistas.
Llegamos al sur de la isla, sin duda la zona mas bonita del archipiélago, unos pequeños acantilados marcaban el final. Sobre ellos, los cañones de defensa entre curiosos montículos tapizados de hierba formando sinuosas formas que realmente escondían antiguos polvorines.




La tarde era mas fresca, cruzamos el céntrico barrio de Kamppi, continuamos por las largas calles de Töölo, barrio de la época rusa con sus edificios en forma de pabellones. En la parte Oeste de la ciudad y de nuevo junto al mar se encuentra Sivelius Park, un bonito paseo que bordea la ciudad con el mar báltico aun lleno de trozos de hielo flotando en el..
Cruzamos junto a una mansión que dicen ser del presidente del país y llegamos a Humallahdenpuisto, un pequeño parque donde se encuentran unas rocas elevadas ineludibles, las vistas desde ellas abarcan toda la bahía y a la cercana isla de Seurasaari.
Una casita a la orilla del agua nos había llamado la atención, un cartel rezaba "Café Regatta" en su costado..Los Finlandeses son amantes del café y sus ciudades están repletas de "Café house", cualquier local es admisible para tomar un café al resguardo del frío..( bibliotecas, tiendas de ropa, discos.. ) No necesariamente a de ser una cafetería.

Nos acercamos a la casita roja, algunas personas soportaban el frío en su curiosa terraza sujetando con fuerza las tazas humeantes entre sus manos. Una pequeña fila se ordenaba ante la puerta mientras salían mostrando sonrisas en sus rostros portando bandejas con porciones de tarta y chocolate en taza. Llegó nuestro turno y entramos, su interior era reducido, antiguedades colgaban del techo con motivos náuticos,  descascarillados marcos mostraban fotos de otros tiempos. Cualquier mueble viejo era utilizado como mesas, todo con muy buen gusto. Frente a nosotros un expositor de pasteles de fresa, frutos del bosque..La camarera muy servicial no daba a basto a llenar las tazas de café.





Los últimos rayos de sol, entraban por el pequeño ventano dándole calidez al interior levemente iluminado con pequeñas lamparitas mientras dábamos cuenta de la mejor tarta de queso con arándanos que he probado.
Continuamos nuestro paseo por las playas de Hietaniemi, muy concurridas con el buen tiempo, ahora solitarias y tranquilas.
El atardecer le ganaba la partida al sol y formaba un juego de colores único en el horizonte perfecto para inmortalizar.

También en el barrio de Töölo y muy cerca de Kamppi se encuentra Tiemppeliaukio church, una curiosa iglesia luterana excavada en piedra. En esos momentos se celebraba un concierto de música clásica,  dicen tener una acústica perfecta.

Era una mañana fresca pero el cielo estaba despejado, caminamos por Kamppi hacia la oficina de alquiler de vehículos. Tres empleados con aspecto de adolescentes nos dieron la bienvenida y enseguida nos acercaron un vehículo a la puerta de la agencia.
Ajusté mi GPS hacía Haukkalampi, en el corazón del Parque Nacional de Nuksio a unos 40 km al Norte.
Mientras circulaba osbservaba las cámaras que portaban casi todos los semáforos y algunos radares en el centro de la ciudad e intentando adelantarme a los movimientos de GPS que funcionaba algo lento para evitar hacer algún movimiento indebido..Saliendo de la ciudad los limites de velocidad por carreteras secundarias (30-70 km/h) hacían algo incomoda la conducción.
Entramos en zona de bosque y el gesto de mi cara cambió completamente, cada kilómetro recorrido se iba extendiendo en frondosa naturaleza de un verde infinito, pequeños montones de nieve comenzaron a aparecer a los lados de la carretera y la humedad lo cubría todo.
Estábamos en uno de los 35 parques nacionales que existen en Finlandia, este de unos 36 Km cuadrados y multitud de lagos. Nuestro destino Haukkalampi, una de las zonas más bonitas del parque..
Salimos de la carretera y tomamos un camino de tierra a la izquierda, casi sumergido entre enormes robles, nogales y varias clases de pinos. Cada vez más nieve que ya hacía trabajar duramente a los neumáticos de clavos. Tras unos kilómetros llegamos a un parking cubierto de nieve y hielo donde aparcamos y nos equipamos con unas raquetas de cuerdas sobre el calzado de montaña y una mochila con lo necesario para unas horas de ruta.
Unos paneles de madera anunciaban la entrada al Parque Nacional e indicaban planos y rutas a seguir identificadas por colores.. Roja (circular) Azul (media) Amarilla (larga). Apostamos por la amarilla y la circular...






Llegamos a la orilla del lago, del mismo nombre y quedamos boquiabiertos, estaba completamente congelado, podíamos caminar sobre el..con precaución claro..
Tomamos la ruta amarilla, cruzamos el lago por un puente flotante sobre el hielo. Varias clases de bosque aparecían ante nosotros, frondosos arboles que cubrían hasta el cielo, enormes helechos, coníferas, tapices de musgo. Pequeñas caídas de agua aparecían por todos los lados, paredes congeladas y moldeadas por el hielo. Después un sin fin de pino nórdico y calvas rocosas en sus partes más altas. El silencio casi absoluto, roto en algunas ocasiones por pajaros carpinteros en la lejanía, el crujido del hielo rompiéndose y el sonido de las primeras gotas caendo sobre las hojas.




El olor a humedad lo impregnó todo. Salimos de la ruta amarilla y tomamos la roja perfectamente señalizada mientras observabamos un hormiguero de un metro de altura aproximadamente..la ardilla voladora, habitante de este parque no hizo su presencia y una hora mas tarde llegamos al comienzo.

8,55 de la mañana.
Segunda planta inferior. Estación de autobuses de Kamppi..
Una ordenada fila a la espera de que se abrieran las puertas de acceso al anden numero 8. Autobús Ómnibus, más puntual que un reloj Suizo salíamos dirección a PORVOO; Población situada a unos 50 kilómetros al sureste de Finlandia, famoso por su antiguedad que dicen data de la edad media.
La entrada en el pueblo se hace por su postal o cara mas famosa, cruzando el puente nos encontramos con las casas rojas o almacenes a la orilla del río Borgåå o Porvoonjoki. Ahora atractivo turístico, segunda ciudad más antigua de Finlandia después de Turku.

Ha pasado por manos Suecas, Rusas y Finlandesas. De las Rusas aún quedan evidencias en algún edificio en su interior.
Llegamos a la estación de autobuses en el mismo corazón de Porvoo, paseamos por las adoquinadas calles de su Old town con sus coloridas casas de madera, muchas de ellas reconvertidas en finas tiendecitas de decoración, boutiques y antiguedades..


En la zona más alta se encuentra la vieja catedral pasto de las llamas en numerosas ocasiones, en su interior se respiraba un aura especial...
"El suelo de madera crujía bajo mis pies.. podía cerrar los ojos e imaginar a los vecinos de Porvoo unas siglos atrás vestidos con sus ropajes de época subiendo por los escalones de la carcomida madera hacia las plantas superiores ò recogiendo las viejas biblias depositadas en sus casilleros en la entrada y sentandosen en los mismos bancos en los que sus familias se sentaron durante generaciones"..

El órgano tocaba en un ensayo continuo sin reparar en nuestra presencia. Cerca del altar un gran barco pesquero cuelga del techo indicando el medio de vida del antiguo pueblo. Hoy residencial y principalmente turístico.


De nuevo en la capital, observabamos la vida de los Finlandeses que gira totalmente entorno a los cortos meses de verano y a los largos meses de invierno dónde cuentan por lo menos de 120 días y presencia de 3 - 4 meses de nieve al año, sus temperaturas glaciares de hasta -25 grados. Aún así no declinan sus costumbres..un baño en aguas congeladas antes de su cita con la sauna..(Se pueden observar a la orilla de los muelles junto a la catedral Ortodoxa).
Tópicos; Es difícil saber como son los Finlandeses en tan poco periodo de tiempo, pero si con algo e de quedarme es con que son muy silenciosos, educados, honestos y respetuosos..
Un viaje de contacto con este país al que no le pongo punto y final..ahí esta Laponia, un atractivo al que no puedo obviar..