Varias horas después continuamos viaje. Bien entrado el día llegamos a nuestra puerta de entrada en Vietnam, Hanoi.
Tras desembarcar tocaba el engorroso y lento trámite del visado, mientras nuestra única maleta facturada daba vueltas y vueltas en la cinta de equipajes.
Conseguí la pegatina en mi usado pasaporte y nos dirigimos hacia el control donde el policía de turno fruncía el ceño mientras pasaba las hojas de mi desencuadernado libreto de sellos. Finalmente lo estampó y salimos al exterior, un chico nos esperaba con nuestros nombres en un papel.
El vehículo se detuvo y alguien nos abrió la puerta, los jovencitos empleados del hotel recogieron nuestro equipaje, nos ofrecieron unos zumos y nos acompañaron a nuestra habitación. El aire acondicionado estaba tan fuerte que hacían que las ventanas chorrearan agua por la condensación.
Cambiamos algunos dólares en recepción, la moneda de Vietnam es el Dong.
1€= 25.000Dongs.
Salimos a la calle y la primera impresión del tráfico era que no podríamos ir donde quisiésemos si no donde el tráfico nos llevase. Las ciudades de Vietnam no están diseñadas para el peatón, todo el mundo circula en moto. Las aceras no se respetan y estan ocupadas por motos estacionadas de cualquier forma. Los pasos de peatones, si existen, no son respetados, tampoco los semáforos en los grandes cruces. Reina un caos perfecto y ordenado donde se pueden mezclar vehículos de cuatro direcciones distintas sin llegar a colisionar. Motocicletas ocupadas por familias enteras de hasta cuatro miembros incluidos bebés. Las bocinas incesantes marcan una falsa prioridad que no resta vulnerabilidad.
Conseguimos cruzar y nos dirigimos al barrio antiguo. En el cada calle está dedicada al comercio de una profesión o actividad, la calle de la seda, de los inciensos, jardinerías, calzado, herramientas...
Cada vez más motos iban ocupando gran parte de los aledaños del lago junto al mercado nocturno para celebrar su día de la independencia. El acumulo de gente accediendo al paseo que rodea el lago hacia formarse un verdadero tapón dónde nadie podía moverse. Había que intentar evitar el famoso tatuaje vietnamita que no es otra cosa que las quemaduras de los tubos de escape en las piernas que casi todo el mundo en estas ciudades luce. Conseguimos salir, no sin antes pasar momentos de agobios y alguna risa tensa hacía el mercado.
Comimos nuestros primeros pinchos de una carne sospechosamente sabrosa, luego descubrimos que era rata..pero de campo bien alimentadas...
Amaneció un día despejado en contra de las predicciones que daban lluvia, el calor..de nuevo intenso. Nos dirigimos hacia uno de los templos mas importantes y valiosos de Vietnam, el templo de la literatura. Construido en 1070 en honor a Confucio, después se abrió a los mejores estudiantes literatos de la época. Dispone de cinco patios, pozos, jardines, pabellones..Estatuas de tortugas y grullas símbolos de la sabiduría y el conocimiento.
En cuanto al mausoleo, esta construido de tosco estilo soviético donde se encuentra el sarcófago de Ho chi minh.
Ataviados con sus característicos "Non Là"..los famosos sombreros vietnamitas, podían verse realizando por toda la ciudad una tradición ancestral.. ofreciendo a sus antepasados las necesidades de estos, quemando en plena calle, dinero o regalos para mandarlos a los suyos..
Eran las 8.45 pasadas cuando llegó el minibús con una inpuntualidad normal en este país. Repleto de chinos, solo quedaban nuestros asientos libres y de otro chico de aspecto americano que falta por recoger en la puerta de su hotel. Tomamos dirección a la costa, tras varias horas y una breve parada en un almacén de ventas, secuestrados literalmente ( te siguen hasta la extenuación y no te dejan salir a la calle hasta la recogida de los minibuses)
Llegamos a los muelles donde media docena de Juncos, unas de las embarcaciones a vela mas antiguas que se conocen, esperaban a sus turistas.
El sol pegaba muy fuerte mientras volvíamos a los muelles flotantes donde nos esperaban ya en el Junco toda la tripulación a bordo mirándonos con caras de pocos amigos por la tardanza...Tras comer un gran y sabroso pescado sin identificar, desembarcamos de nuevo para visitar unas enormes grutas en el interior hueco de una montaña caliza que tardamos en recorrer.
Esta vez sí, despegamos puntualmente con el A320 plateado de Jetstar, compañía Australiana. Ya había oscurecido cuando por la ventanilla podíamos observar el pequeño Sky Line ya iluminado de Saigón comandado por el emblemático Financial Tower, el rascacielos en forma de media luna más alto de la ciudad.
A la salida de la terminal de llegadas, acorde con el resto de la ciudad, miles de motos producían un ruido ensordecedor. Casi una hora tardamos en recorrer la escasa distancia entre el aeropuerto situado dentro del casco urbano y nuestro alojamiento..Observamos desde el taxi haciéndonos una idea de la ciudad, más grande, más caótica y menos agradable que Hanoi. Llegamos a nuestro alojamiento frente al canal Rach Ben Nqhe a pocos kilómetros de la desembocadura en el mar haciéndose notar cada noche la subida y bajada de las mareas. Las calles que rodeaban al Hotel mostraban la realidad de la mayor parte de la ciudad. Vida en la calle, comiendo, aseandosen, cocinando en condiciones sanitarias lamentables, olores, suciedad en algunos puntos más el intenso calor y el caos podían ponerte al límite en algunos momentos.
Además visitamos es Saigón, los exteriores del palacio de la reunificación, opera house, ayuntamiento, Catedral de Notre Dam y uno de los edificios más bonitos de la ciudad, el palacio de correos dónde la tradicion es comprar una bonita postal y mandarla a España.
Día 8 de Septiembre.
Estamos en recepción, son las 8'00 un miembro del hotel nos pasa una llamada, era nuestra guía, como no, el tráfico les iba a retrasar. Pocos minutos después entró por la puerta. Hablaba castellano aprendido en Cuba, una encantadora señora de unos 70 años. Atravesamos la ciudad y tomamos dirección a la provincia de Ben Tre, donde se encuentra el monasterio budista de Vinh Trang en el que se haya una pagoda del siglo XIX Por los pasillos paseaban susurrando oraciones un pequeño grupo de monjes novicios hacia los jardines ocupados de flores de loto. En el interior de las salas, un olor a madera e incienso daba un ambiente místico. En el exterior, unos impresionantes Budas de pie, sentado y un gran Buda reclinado abrasándose al sol.
EL MEKONG; Un inmenso río de aguas turbias que atraviesa seis países, China, Birmania, Laos, Tailandia, Camboya y Vietnam. Octavo río mas largo del mundo con sus casi 5000km. Es ocupado en algunos tramos por casas flotantes orilladas a cada lado, multitud de familias viven de el y en el.
El sol desapareció y una brisa comenzó a balancear el bote y rompió a llover cuando ya llegábamos al muelle.
De nuevo en Saigón, observaba desde el Skybar y la piscina de la planta 15 (no hay planta 13 por superstición). La frenética vida de la gran urbe en sus calles, los altos edificios de oficinas, las luces de los lujosos hoteles en contraste con la oscuridad de otros distritos mas humildes mientras me tomaba una copa..
Día 9 de septiembre, puntualmente y sin retrasos comenzamos a embarcar ordenadamente en el pequeño ATR 72 500, avión de hélices de la aerolínea Cambodia Angkor Air, muy cómodo y muy manejable para los despegues y aterrizajes ya que no necesitan grandes pistas.
Poco después ya se apreciaban por las ventanillas, densos territorios de humedales y lagos, el avión comenzó a descender y parecía aterrizar en el agua, la vegetación comenzó a aparecer y tomamos pista. Esta vez los trámites eran más rápidos dada la mejor organización, aunque mi agente de control de pasaportes me retuvo más de los necesario mientras observaba en la distancia como un grupo de chinos se llevaba nuestra maleta de la cinta de equipajes. Ahí estaba yo intentando explicar que estaban llevándose mi maleta mientras el agente refunfuñaba por mi destrozado pasaporte..
Un tipo de tez morena y pelo negro nos esperaba en la puerta con aspecto simpático, nos cogió la maleta y lo seguimos hasta su Tuk Tuk, el transporte gratuito al hotel, enseguida comenzó a anochecer recorriendo una larga avenida de entrada a la ciudad alfombrada de arena rojiza poco iluminada. Existía una atmósfera mas relajada, una tranquilidad que nos gustó de inmediato. La vida parecía suceder más despacio, las hamacas colgaban por todas partes ocupadas o no, el caos y el estrés quedó en Vietnam.
Rodeados de cocoteros, plataneros y otras plantas silvestres. En un lado se disponía una casa de madera dónde se encontraba el restaurante y en la mitad una preciosa piscina rodeada de lujosas camas para tomar el sol y presidida por dos enormes cabezas de elefante. Un paraíso. Nos acomodamos y salimos a la terraza, el exterior del recinto era todo vegetación, no muy lejos sonaban unas campanitas de un monasterio budista...
Ya nos esperaba el conductor del Tuk Tuk sonriendonos desde la puerta.
Un poco de polémica; Habíamos contratado un guía oficial en castellano para visitar los templos de Angkor, son los guías que pueden acceder al interior de los templos. Al recinto pueden hacerlo también los conductores y vehículos. Con lo cual no veo la necesidad de contratar guía dada nuestra experiencia..(pero cada cual..). Los conductores de Tuk Tuk son tipos encantadores que conocen las ruinas tanto como los guías..
Montamos en el Tuk Tuk junto al guía que nos esperaba en recepción, de aspecto muy pasivo, arrancamos hacia la gran avenida del día anterior. Al final de la misma se encuentra el edificio dónde se consiguen las entradas de formato carné con foto. Para un día 37$, para 2-3 días 62$. Que revisan a cada entrada de los templos.
Por la noche pedimos a nuestro conductor que nos llevase al lugar dónde hiciesen los mejores masajes de Sien Reap. Como no lo conocía, tras 15 minutos callejeando bajo una tormenta eléctrica, llegamos a un SPA donde unas 25 chicas estaban sentadas en la entrada observandonos, esperando ser elegidas por la recepcionista que nos ofreció los distintos tipos de masajes durante una hora y un té al finalizar.
Para acabar nuestro homenaje, pedimos un buen restaurante para cenar y volvimos al Tuk Tuk, la brisa de la tormenta refrescaba algo el ambiente y los relámpagos iluminaban las oscuras calles de Siem Reap.
La zona más animada es Pub Street y calles adyacentes donde se encuentran la zona de mochileros, varios mercados nocturnos, bares y restaurantes repletos de turistas. Todo a buen precio..
Moneda: Riel 2€: 10.000 Rieles
(Descansando entre las visitas a los templos)
Acabó nuestra estancia en Siem Reap, el que sería uno de nuestros lugares preferidos de nuestro viaje y de nuevo embarcamos en el pequeño avión de hélices. El siguiente destino Sihanoukville en la costa sur de Camboya.
Salimos a la carretera todavía en Shock por el aterrizaje casi a ciegas, las nubes habían dado nula visión de la pista hasta casi llegar a ella y las turbulencias habían sido brutales. El taxi nos dejó exactamente donde no era y tomamos un viejo y oxidado Tuk Tuk hacia nuestro alojamiento, unos bungalows en unas calas frente al mar del golfo de Tailandia que entonces estaba muy picado. Salimos de la carretera y tomamos una cuesta que puso a prueba al quemado motor de la moto, pero lo consiguió. Dí una propina al conductor por el esfuerzo y se fué contento. Los propietarios del alojamiento eran chinos, la verdad que las imágenes no correspondían mucho a la realidad. Aún así no le quitaba un ápice de encanto al lugar. Sumergido en la vegetación frente al mar.
De nuevo rompió a llover. El bungalow estaba cerrado con un simple candado, el interior, una humilde cabaña con un pequeño aseo, una cama con mosquitera, una roída mesita y un viejo televisor que apenas funcionaba. Lo mejor, las vistas desde el porche..Cada vez llovía más y mas convencidos de que no podríamos salir de allí.
Pero afortunadamente nos equibocamos y al atardecer desaparecieron las nubes y bajamos a la playa, todavía con mucho oleaje.
Paseamos por la población algo lúgubre y decepcionante por la dejadez de sus playas y ambiente de excesos nocturnos. Lugar de paso para los turistas hacia las paradisiacas islas donde se encuentran los mejores atardeceres de esta parte del mundo.
El vuelo directo de vuelta había sido cancelado y a cambio nos adjudicaron varias plazas en un vuelo con escala en Siemp Reap del que tuvimos que salir literalmente corriendo, pasar controles, recoger maleta y volver a embarcar en el MISMO avión, Sí, el mismo que continuó hacia Ho Chi Minh.
A la llegada, salimos hacia la parada de taxis, antes de llegar un supuesto taxista nos abordó ofreciéndo llevarnos a mitad de precio a lo que accedimos..ERROR!..
Comenzaron la cadena de situaciones extrañas, este individuo nos acompañó al parking hasta un vehículo con conductor, introdujeron nuestro equipaje en los asientos de los ocupantes y nos pidió el dinero con un tono desagradable que me irritó, a lo que reaccionó pasandonos a un segundo vehículo esta vez con dos individuos que daban bastante mala espina, aunque enseguida se dieron cuenta de que conocíamos la ciudad y nos llevaron a nuestro Hotel cobrando lo acordado.
Esa tarde decidimos subir a la piscina y relajarnos..Observabamos desde el agua, un partido de tenis que se jugaba en el ático del edificio de enfrente..
Atardecia, el cielo se entornaba de un color rojizo, las luces de los altos edificios comenzaron a iluminarsen...entonces vi un destello en el cielo detrás de mi, no era el único, en la otra punta de la ciudad también aparecían...era hipnotizante, me encantaba..el espectáculo estaba comenzando, aunque no imaginábamos lo que venía..
No pasó mucho tiempo cuando oímos un fuerte ruido como si el hotel colapsase sobre nosotros. Eran los truenos mas fuertes que había oído nunca, cada vez más cercanos y más fuertes. Comenzó a llover cada vez más y el viento azotaba el agua contra la ventana. Me acerqué corriendo a ella, las grises nubes habían bajado a nivel del suelo y no se veía absolutamente nada, solo se oían fuertes truenos y el agua golpear el cristal que empezó a mecerse de un modo extraño como si fuese a ser succionada desde su interior, entre las nubes se divisaban lo que parecían pequeños objetos volando que resultaron ser tejados de chapa, arboles, basura que el viento huracanado lanzaba como papelitos. Así aproximadamente durante 5 horas. Consulté en Internet y efectivamente habíamos sido el ojo de una tormenta tropical que ya se había convertido en el tifón Doksuri. Días después nos informamos de que había azotado parte de Vietnam, había varias víctimas y mas de ochenta mil evacuados. Habían cancelado todos los vuelos esa noche y seguían las alertas por nuevas tormentas, al día siguiente observé por la ventana, la familia arrojaba cubos de agua por la ventana, todo estaba cubierto de lodo. Pero ahí estaban, habian superado esa prueba de la naturaleza, limpiando y esperando las siguientes lluvias, dado que aquí las estaciones así lo indican, seis meses de estación seca y seis de lluvias.
Cada cierto tiempo revisaba el satélite en directo, los pronósticos del tiempo y los horarios actualizados de las salidas de vuelos para esa noche en la que ya comenzaba a formarse tormenta de nuevo.
Pedimos un taxi y marchamos al aeropuerto, todo estaba en orden allí. De modo que cambié los Rieles y Dongs en Dolares y facturamos..
Ahora, días después de nuestra vuelta, me parece más sencillo escribir mis sensaciones. Vietnam, un país con un pasado bélico importante sumergido en una nueva economía empujada con grandes empresas americanas y un turismo en alza. Un país de tradiciones de gente abierta y agradable, ciudades caóticas y naturaleza salvaje..
En Camboya, se vive de otra forma, todo es mas tranquilo, la vida sucede más despacio, el turismo no esta tan explotado sin contar con el monumento de monumentos, la joya de la corona, la ciudad de Angkor, visitada por millones de personas todos los años..
En resumen, nos ha encantado, la hemos, sufrido y maravillado...
Nos encantó la ciudad de Hanoi, sufrimos el caos de Ho chi Minh, tormentas, el calor, la contaminación..nos ha maravillado Angkor, Siem Reap, las playas..su gente.
Un millón de sensaciones que al final son como no, positivos. Un viajazo que recordaremos y que hace poner el punto y seguido a Asia..con alguna que otra idea en mente..