Asumido que Bali, nuestro principal destino esta situado en el llamado anillo de fuego del Pacífico, los últimos acontecimientos ocurridos unos días antes de nuestra estancia hicieron pensar seriamente en cambiar de destino.
Entre los 150 volcanes existentes en Indonesia, unos 127 están activos. El volcán Gunung Agung situado al Noroeste de la isla de Bali comenzó a erupcionar el día 3 de Julio (2 meses antes) provocando el pánico en la Isla, cerrando el aeropuerto y cancelando más de 450 vuelos.
Un mes después en la cercana isla de Lombok sufrió un devastador terremoto de 6,9 grados en la escala Richter que causó más de 400 muertos y cientos de réplicas. Más de 200 españoles fueron evacuados. Y un último y reciente Tsunami devastó Palu con más de un millar de fallecidos..
Me bajé una aplicación en mi móvil de alertas de seísmos/tsunamis y acabé de preparar el viaje encomendándonos a la suerte.
1 de Septiembre
Tras 16 horas de vuelo y una breve escala en Doha, llegamos a el aeropuerto Ngurah Rai de Dempasar en nuestro Airbus A350-900 de Qatar, sin duda la mejor aerolínea con la que hemos volado hasta el momento.
Eran las 21:30 y después del trámite de la visa, la recogida del equipaje y cambiar un mínimo de Rupias en la oficina de la terminal (no era malo), nos dirigimos hacia la salida. Un aluvión de conductores mostraban sus carteles con nombres de todo el mundo, tantos que fue difícil encontrar el nuestro. Multitud de Balineses ejercen de taxistas sin licencia, observamos como peleaban por captar turistas despistados. Otros negociaban duramente el precio del trayecto a cualquier parte de la isla.
Salimos del aeropuerto, era noche cerrada y las oscuras calles de las afueras de la capital estaban desiertas, solo algunos perros buscaban comida entre los desechos. Hora y media tardamos aproximadamente en llegar a Ubud, una de las poblaciones más importantes de Bali como centro de turismo.
Nuestro alojamiento estaba situado en una silenciosa y tranquila calle peatonal, la temperatura era agradable.
Observamos alejarse el vehículo y perderse en la oscuridad mientras oíamos un ronroneo en el interior del establecimiento, eran los ronquidos del recepcionista durmiendo a pierna suelta sobre un banco de madera. El pequeño Hotel constaba solo de dos alturas. Las espaciosas habitaciones estaban sumidas entre naturaleza, una pequeña piscina y unos altares dónde rezaba y realizaban ofrendas hasta cuatro veces al día la familia que lo regentaba. Nos pareció un oasis.
Entre Jalan Dewisita, la avenida Jalan Raya Ubud y el Palacio Real se encuentra el mercadillo tradicional donde se puede encontrar todo tipo de regalos y artesanía Balinesa. Es posible recatear mínimo a la mitad. En las avenidas principales se encuentran buenos restaurantes y tiendas de ropa de primeras marcas.
Todo esto contrastando mucho con las calles un poco más alejadas de la ciudad donde la gente más humilde, la pobreza y la suciedad pueden dar su versión mas cruda de la realidad, algo que llama mucho la atención de la imagen idílica que los occidentales tenemos de Bali.
Encontramos una oficina con las iniciales BMC, son las oficinas autorizadas de cambio de moneda mas fiable donde cambiar Euros por Rupias. En todas las poblaciones pueden verse multitud de pequeños locales de cambio y aunque este pueda parecer muy bueno, son unos expertos del engaño y tras contarlo una y otra vez, hacen desaparecer algunos billetes tras su mesa. Desconfiar totalmente y si no queda más remedio que cambiar en uno de estos sitios, contar el dinero antes de salir. Es un timo que seda mucho junto con la clonación de tarjetas en algunos cajeros.
Eran las 6:00 de la mañana, me acerqué a recepción a recoger nuestros desayunos preparados en unas cajas para llevar..constaban de fruta, tostadas, mermelada, mantequilla y huevos duros.
Una hora más tarde nos recogió un vehículo con un guía Balinés de habla hispana aprendida autodidacticamente y nos dirigimos hacia el Oeste de la Isla.
Algunos de los sitios más interesantes:
♥Cascada Nung Nung; merece la pena descender los cientos de escalones (unos 500) que dirigen a esta preciosa catarata escondida casi de la luz del sol por una salvaje jungla.
Eran aproximadamente las 21:00 de la noche, la oscura y silenciosa calle de nuestro Hotel contrastaba enormemente con el bullicio de la avenida principal, Jalan Raya. Las estrechas aceras obligaban a caminar en fila.
De repente oímos un ruido seco y observábamos una chica volar literalmente por encima del manillar de su scooter caendo sobre la acera. Pensaba en la engañosa idea de seguridad que tienen los turistas en visitar la Isla en moto, algo peligroso cuando nunca se ha conducido una moto antes.
El tráfico es horrible, muchas de las carreteras intransitables y no se respetan las normas de circulación. Es importante usar casco y disponer de seguro sanitario.
Continuamos paseando hacia el centro de la ciudad buscando un conocido establecimiento de masajes presentes por toda la ciudad donde por poco dinero puedes hacerte un típico masaje balines. (No puedes irte de Bali sin disfrutar de un buen masaje Balinés). Todo el cuerpo durante una hora (6€) reflexologia podal (3€) o hacerte la pedicura. Opté por lo primero y tras una hora salimos con ganas de conocer la Ubud nocturna.
Desperté sobresaltado, miré el reloj, eran las 2:43 de la madrugada. El sueño había sido profundo y me extrañó despertar de ese modo, ladridos desesperados se oían desde varios frentes. ¿Habría sido un temblor? Mi aplicación de seísmos de momento no marcaba ninguna alerta. Algo tenso agudicé los sentidos pero no sentí nada y tras unos minutos, el agotamiento me volvió a ceder al sueño.
Al día siguiente de nuevo nos recogieron temprano y esta vez nos dirigimos hacia el Centro de Bali visitando..
♥Bosque de Bambú, donde la altura que alcanzaba no dejaba pasar los rayos del sol.
del Templo.
♥Plantacion de Café típico Balinés (el del barrito del fondo del vaso que tanto probareis) y su multitud de sabores. Creación del famoso café más caro del mundo. El café Luwak o café de Civeta, el pequeño animal que come granos de Café y que tras digerirlos los expulsan por sus heces. Los restos son con lo que se produce el café.
♥Lago Batur y Volcán, este último puede visitarse mediante un trekking de unas cuantas horas de marcha. Suelen salir de madrugada para llegar a la cima justo al amanecer. (Ojo, Necesaria ropa de abrigo)
En Ubud existen varias excursiones/visitas que se pueden hacer a pie..
Día 9 de Septiembre,
6:00 de la mañana, noche cerrada, tranquila y silenciosa en Ubud. El vehículo iba tomando velocidad por las estrechas carreteras en dirección al aeropuerto de Ngurah Rai, la calzada estaba mojada y las luces se reflejaban en el asfalto más que iluminarlo mientras las primeras luces rojizas aparecían en el horizonte. Varias horas después teníamos un vuelo de Air Asia a Singapur.
Pasaríamos unos días en esta ciudad Estado a 4 horas de vuelo de Indonesia situada en la península de Malasia.
Llegamos al que dicen ser el mejor aeropuerto del mundo, Changi.
El lujo, modernidad, la limpieza, el orden, el servicio.. confirmaba ser uno de los mejores..
La moneda en esta República es el dolar $ de Singapore. Las oficinas de cambio en el aeropuerto no ofrecían mal trato. En la ciudad suelen encontrarse en chinatown aunque hay multitud de oficinas todas gestionadas por pakistaníes que dan buen cambio.
En salidas del aeropuerto se encuentran unas máquinas expendedoras junto al punto de información. La opción mas cómoda y económica para llegar a la ciudad es el shuttle, un minibús. Eliges esa opción en la pantalla, aparecerán un listado de alojamientos, eliges tu Hotel e introduces 9$ por persona y recoges el billete. Allí mismo el conductor entrará a recogenos y nos dejará en la puerta de nuestro Hotel después de hacernos un pequeño tour entre los Hoteles del centro.
Singapore, ciudad donde conviven multitud de estados sociales y nacionalidades, siendo más numerosos los Chinos y Malayos.
Las iglesias Católicas conviven en armonía con los curiosos templos Hindúes y mezquitas.
★Orchard Rd, una larga avenida donde se encuentran unos 22 grandes centros comerciales.
Una gran ciudad bastante extendida aunque los lugares y barrios más populares no distan mucho del centro con lo que pueden visitarse caminando, aunque el transporte público y curiosamente los taxis son baratos y se utilizan mucho.
A la hora de comer, multitud de lugares donde se puede comer bien, barato y muy barato. Puestos en la calles de los barrios asiáticos o indios ofrecen comida multiracial, el alcohol puede adquirirse en la mayoría de los sitios pero a precios exorbitantes.
Así pasamos unos días sufriendo algo más el calor a causa de la gran humedad que existe en Indonesia, aliviándonos al atardecer en la estupenda piscina del ático de nuestro alojamiento mientras se encendían las luces de los altos edificios que rodeaban nuestro Hotel y observando noche tras noche el transcurrir de la vida de los vecinos que lindaban con los edificios de enfrente.
Era la última noche en Singapore, decidimos cenar en River Walk frente al Río Singapore, repleto de restaurantes en su orilla frente al Parlamento. Al otro lado del río se escuchaba música de algún concierto que celebraba el gran evento del año en Singapore, la carrera nocturna de Formula 1 que tantos rodeos nos obligó a hacer estos días para desplazarnos por el centro de la ciudad.
12 de Septiembre
Una vez más tocaba retomar el camino al aeropuerto esta vez en taxi, el taxista aceptó de buen grado como cobro por la carrera las pocas monedas que me quedaban en dolares del país sin tomar encuentra el taxímetro. Un 10 para él.
De nuevo en el aeropuerto de Dempasar, mezclaron varios vuelos en la misma cinta porta-maletas y una de nuestras mochilas no salió entre la confusión de los viajeros. Tras la reclamación a la compañía un empleado desapareció en el interior de la maquinaria y para nuestra sorpresa apareció con la mochila colgada del hombro, para entonces ya habíamos perdido nuestro transporte con el hotel y recurrimos al típico conductor acosador con el que negociamos tras perseguirnos por todo el parking del aeropuerto.
Jimbaran, localidad muy humilde situada a no más de 30 minutos a las orillas del mar. Injustamente tan opuesta a los impresionantes resorts y villas situadas en las playas.
Nuestro alojamiento, un discreto hotel eso sí en el edificio mas alto de la zona con 5 alturas. Tanto en las calles principales como en las habitaciones podían verse carteles o folletos con recomendaciones y pautas a seguir y hacia donde correr en caso de Tsunami, algo más que probable. (Como sucedió unos días después al norte del país)
Pasamos los últimos días entre paseos y cenas románticas nocturnas en la playa a la luz de un farol y en la misma orilla del agua, disfrutando de las estrellas, de los despegues continuos de los super aviones del cercano aeropuerto y vigilando de reojo la subida de la marea y las luces de los cayucos faenando en la lejanía..
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